La casa de Didier en Toulouse ha resultado un proyecto muy peculiar, parecido al trabajo de un relojero. Un remiendo arquitectónico minucioso. Paso a paso, con dibujos orientativos, se trataba de descubrir haciendo, entender mientras van sucediendo las cosas e ir ajustando la propuesta con lo que ibamos viendo. El edificio de dos plantas donde se ubica su casa es típico de Toulouse. Construido en ladrillo con toda la estructura interior de madera. Mil veces retocado, reforzado, reconstruido posee mucha personalidad. Tiene un precioso jardín interior en pleno centro urbano.
Es una casa con una relación muy intima con las personas que la habitan. Así desde el primer momento entendimos que la transformación iba a ser detalle por detalle sin buscar la novedad, más bien soluciones que parecen que “están ahí desde siempre”. La idea inicial del cliente era hacer el nivel del sótano parte del apartamento. Eso significaba cambios estructurales, repensar todo el bosque de pilares y vigas de refuerzos. Quitar, poner, simplificar. Después hubo que poner una escalera, diseñar cerramientos interiores y la puerta de la entrada, manteniendo algunos patrones de la decoración original, característica de la casa. Empezamos con una idea y acabamos con otra muy diferente. Después de entender y limpiar los refuerzos de la estructura , descubrimos que la escalera se podía encajar en el patio interior. Iniciamos la búsqueda de la formula para una escalera cómoda pero muy muy compacta. Dimos con la solución en forma de U. Hasta la fecha esta resuelto los cerramientos del sótano, la escalera y los separadores interiores. Paralelamente hemos cambiado el suelo, nivelado con un acabado más sólido. La obra sigue, a su ritmo, sin prisa….